viernes, 30 de septiembre de 2011

23- César Aira "EL MARMOL" (Libro)



Deliremos, Señores.

Convengamos. Aira tiene una asquerosa tendencia a irse al mismísimo pasto. En otras palabras, establezcamos que tiene un tiempo compartido en el pasto en el que invita a sus lectores a pasar una
temporada o dos. Es que en su genialidad literaria y dulcemente porteña, Aira encara las inserciones únicas del absurdo, construyendo una historia de trivialidades que destroza con otras inserciones de lo ridículo. Entiéndase: de pronto aparecen alienígenas. O robots. O algún delirio místico de ese tipo. “El Mármol” no es la excepción.

Como tomando la madeja de la punta e intentando desenrollar el ovillo, el yo literario de César Aira busca explicarse a sí mismo cómo cazzo terminó mirándose sus joyas familiares sentado encima de un mármol sin razón aparente. Esta mayéutica que busca recuperar el recuerdo, atraviesa los caminos más meandrosos cuestionándose, incluso, las características de la propia alma humana, relacionándolas con las baratijas que pueden conseguirse en los supermercados chinos del barrio de Flores. O sea, un flash. Es que el narrador, un jovato mantenido por su mujer psicoanalista, comienza una búsqueda que gira alrededor de los globulitos de mármol que suelen darse como vuelto en los supermercados chinos de Buenos Aires. Un joven oriental es su guía y conocedor de las reglas de esta búsqueda del tesoro ecléctica, y arrastra al narrador por los sitios más inhóspitos.

Sí, eventualmente, y después de tanto ácido, el narrador descubre exactamente qué hacía con los lienzos bajos en un ambiente público, en caso de que les interese. Una obra delirante, para leer escuchando a Zappa y volar transportándose en las palabras de un autor que ciertamente sabe cómo mecer la pluma.

Comentó: Gabriella Botello, para OXIDO.- 

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