lunes, 30 de agosto de 2010

15- IRON MAIDEN "The Final Frontier"



“The Final Frontier” es el nuevo álbum -el número 15- de la legendaria y emblemática banda Iron Maiden.
Salió a la venta el 16 de agosto, después de haber esperado cuatro años sin que estos músicos británicos grabaran nada en estudio, desde su anterior “A Matter of Life and Death”.  Y considero que la espera valió la pena.
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Antes de comentar el contenido musical de esta nueva obra, me gustaría hacer alusión a la portada -y arte en general- del disco:
Me parece que está muy trabajada la carátula, el estilo es muy llamativo y pintoresco, pero no creo que coincida con la imagen que siempre tuvo la banda. Como vemos, Eddie aparece, y en primera plana, pero perdió bastante de lo tradicional, es demasiado moderno; y al ser en formato 3D, contribuyó a que se pierda la escencia de las portadas clásicas de la agrupación inglesa.

El dibujante clásico de Maiden ha sido Derek Riggs, y creo que al no contar más con él, se pierde demasiado. Hasta “Fear of the Dark” dibujó todo él, y hasta ahí, me encantan todas las portadas. Para “The X Factor” y “Virtual XI”, la banda había contratado a otra gente para hacer las cubiertas, y creo que también se notó… no me parecen malas, pero no se comparan con los trabajos de Derek Riggs.
En “Brave New World” trabajan con Derek nuevamente, y a mi entender tal cosa no pasa desapercibida…la carátula de ese álbum es, sin dudas, muy buena. Y aquí terminó de colaborar este señor con la banda; según mi humilde parecer, ahí está la razón por la cual las tapas de los últimos CDs que han grabado no son tan perfectas.
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El arte interno (del libro) no me pareció muy interesante tampoco, faltarían más Eddies y hay sólo una foto del grupo y se ve a oscuras, dándole un carácter de misterio espacial, tal cual muestra el concepto de este nuevo disco.
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Hablando ya de lo más importante, lo musical: encontré muy ganchero y directo a este nuevo trabajo, a pesar del promedio de alrededor de ocho minutos de sus canciones. Lo compré la semana pasada, ni bien llegó a nuestra ciudad (asquerosa y monótona) de Chivilcoy, y todavía no puedo parar de escucharlo, sinceramente me sorprendieron… mis expectativas eran menores.

Las estructuras de las composiciones mantienen el estilo de las de "Brave New World" (parte de esto se debe a que siguen trabajado ya, desde hace diez años, con el productor Kevin Shirley). Me refiero a canciones normalmente largas, de ocho minutos en adelante, con introducciones de guitarras limpias, que luego cambian a poderosas y distorsionadas, para terminar nuevamente en forma lenta, o quizás también con cambios a sonidos limpios en el medio, o partes instrumentadas con cambios de ritmos también a la mitad, permitiendo que la música esté muy trabajada y arreglada.
No tienen desperdicio estos tremendos cortes que saben introducir, llenos de melodías y arreglos intrincados, dándole un toque progresivo. Una vez más, las tres guitarras se hacen presentes y se las puede distinguir muy bien, lo cual resalta aún mas esa característica de buena elaboración en las canciones.

Otro punto a destacar son las melodías de violas, que van sobre la voz de Bruce Dickinson; esto ya lo han sabido hacer desde hace mucho, y en este álbum hay bastante de ello, lo cual quedó verdaderamente bien, porque permite que los temas se tornen aún mas gancheros y den ganas de escucharlos sin parar.

El bajo de Steve Harris y la batería de Nicko McBrain marcan una rítmica muy contundente -como siempre!-, y los arreglos de ambos instrumentos son sensacionales, puro Heavy Metal del más bueno.

Y de la voz de Bruce… qué podemos decir? El hombre está cada día mejor, es asombroso su estado físico y vocal; me sigue poniendo la piel de gallina, no ha perdido fuerza en lo más mínimo, sigue cantando con amplio poder, y estirando su registro en limpio hacia lo más alto o agudo. Desde tal cosa, hasta escucharlo cantar notas mas graves de manera más tranquila y relajada, no perdemos nunca el gusto de seguir oyéndolo. Un genio Bruce! De más está añadir que es uno de los mejores y más influyentes cantantes de la historia del Metal. Uno de sus padres.
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Haciendo un paneo en general por la lista de canciones: son diez temas, en este nuevo álbum de carácter conceptual que narra una odisea en el espacio; es el segundo registro conceptual en la historia de su carrera (el primero es “Seventh Son of a Seventh Son” de 1988, por si alguien no lo sabe).

Arrancamos con “Satellite 15… The Final Frontier”, la cual comienza con una intro bastante progresiva, que ambienta muy bien esta idea espacial y futurista del disco, donde se escucha una base de batería que juega mucho con el redoblante, acompañado por una base rítmica de violas y bajo; a la que le sumamos guitarras punteando entrecortadas. Luego sigue una especie de narración que interpreta Dickinson cantada sobre una base limpia, corta la intro y arranca la canción normalmente. Es bastante rockera y clásica, bien directa.
Le sigue “El Dorado”, una composición de estilo similar, que va al grano, y que junto con el primer track, fueron elegidas como cortes de difusión radial. A mi gusto no son las mejores del álbum, tiene títulos que las superan.
Continuamos con “Mother of Mercy”, muy buen tema, un poco más melódico y con una excelente introducción que combina guitarras limpias y distorsionadas, con un resultado muy logrado! 
Posteriormente, “Coming Home”, un título un poco gastado ya… Pretende ser de carácter más melódico, también casi como su anterior, y cuenta con un estribillo con mucho sentimiento, de ésos que podemos escuchar hasta siempre.
Luego tenemos la que considero la pieza más contundente y directa del disco, “The Achemist”, muy buen tema, en la vena de himnos como “The Trooper”.
Sigue “The Isle of Avalon”… una de mis preferidas! Tiene excelentes cortes y cambios, es una de esas canciones que arranca con voces calmas y violas en limpio. Parece que tuviera dos estribillos, como ya han sabido hacer en títulos como “Rainmaker”, en las que antes del estribillo hay algo -que no sé cómo definirlo, porque puente no es-, que da la sensación de ser otro estribillo previo. Esto hace que la pieza tenga muchísima caña, como dicen los españoles. Temazo!
Luego seguimos con “Starblind”, extensa y con introducción lenta, bastante interesante también.
Después, “The Talisman”: ésta arranca lento pero luego estalla, se pone bastante veloz y pesada, una de las más potentes del disco.
Posteriormente, “The Man who Would be King”, que dura 8':28'', pero no los notás, por el gancho que posee. Aquí Bruce canta las estrofas con una voz bien natural, de forma muy "hitera", y luego en el estribillo exige sus cuerdas vocales demostrando sus capacidades únicas, en una secuencia veloz y directa. Uno de los mejores temas del CD, según quién escribe.
Y para cerrar, tenemos a “When the Wild Wind Blows”, la cual dura once minutos, la segunda más extensa de la Bestia, detrás de “The Rime of the Ancient Mariner”, que llega a alrededor de trece. Pero tampoco se nota la larga duración de este título de cierre, ya que posee mucho atractivo. Aquí no escuchamos voces muy agudas, Bruce canta mas naturalmente todo el tiempo, y queda genial…es mi canción preferida del disco; la parte instrumental del medio tampoco decae, las melodías de guitarras y riffs son muy directas y se las disfruta muchísimo.
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Conclusión final: Iron Maiden demuestra que está más vivo que nunca. A pesar de la antigüedad que tienen en el universo Metal, cada vez son más profesionales y nos acaban de entregar un muy buen trabajo; superior al anterior. Al calificarlo le pondría un 8,50.
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La vieja escuela sigue pateando culos, lamentablemente dudo que surjan bandas como Iron Maiden, Black Sabbath, Judas Priest o Megadeth en un futuro cercano.
Gracias Steve Harris por tanta magia, UP THE IRONS!

Comentó: Iván Ruocco, para OXIDO.-