miércoles, 15 de abril de 2009

10- LACRIMOSA "Elodia"


El género gótico como estilo de música contemporáneo escapa en muchos casos a todo intento de encasillamiento. Quedando sujeto a convenciones tan débiles y ambivalentes que crean, en muchos casos, más confusiones que certezas a la hora de esquematizar el estilo.
Las raíces del término "gótico" se remontan a un movimiento arquitectónico iniciado en el siglo XII, concluido en el XVI, y revalorizado en el XIX; el cual se ha caracterizado por la ruptura de las formas regulares y geométricas, además de rasgar con la idea del idealismo platónico y el nacimiento de la convicción de que los sentidos son necesarios a fin de revelar las cosas de la naturaleza, verdadera fuente de conocimiento.
Volviendo a lo musical, el movimiento se gesta a finales de los años 70's en Inglaterra -gracias al Post Punk-, se desarrolla en los 80's a causa del Rock Gótico, la New Wave, y letristas que en aquél entonces incursionaron en temas tales como la oscuridad y la depresión. Llegados los 90's este cóctel dió nacimiento a innumerables bandas con diversas particularidades, sean musicales, estéticas y/o culturales.
Sin embargo, de este movimiento germinaría una banda que vuelve a desestabilizar el equilibrio al que estaba tendiendo el estilo. El culpable: un individuo llamado Tilo Wolff, creador del proyecto Lacrimosa y actualmente secundado por un único miembro estable, la bella Anne Nurmi.
Fue en 1991 cuando Tilo aún sin su "media naranja", editó su primer disco en forma de LP bajo el título de "Angst", desde allí la banda inició un camino siempre en ascenso, el cual alcanza su punto máximo en el año 1999, momento en el que edita su sexto trabajo de estudio, titulado "Elodia".
La placa consta de ocho temas más un bonus, este número es relativo dependiendo del origen de la edición. Dividida en tres actos ("akts"), el primero de éstos describe un amor que se agobia lentamente; el segundo describe el acto de separación de éste, mientras que el tercero comienza con un réquiem, finalizando en una nota de esperanza.
La palabra "acto" es asociada casi de manera natural a óperas o piezas de música clásica; bueno, ahí tenemos el salto al Olimpo de Tilo. La obra es una ópera de rock y todo lo que eso implica. Iniciando con "Am Ende der Stille", tenemos una auténtica pieza de música clásica la cual es acompañada en forma intermitente por la particular voz de Tilo, quien con su idioma alemán eleva aún más la propuesta, siguiendo con el hit "Alleine zu Zweit", la obra levanta un vuelo descomunal gracias al dueto Tilo-Anne, quienes descargan toda su diáfana potencia. A esto se suman momentos de sobrada excitación eléctrica contraponiéndose con otros de tinte orquestal; todo en su justa medida. Así podemos describir uno de los temas más bellos del estilo: "Halt Mich" denota sus fuertes matices clásicos, haciendo que tanto la batería como las guitarras y la voz acompañen una rítmica que mucho se asemeja a un vals. "The Turning Point" es el único tema en inglés y suena a frescura, a belleza, gracias a la sugestiva voz de Anne; "Ich Verlasse Heut' Dein Herz" es una pieza menos pretenciosa, en la rama de discos antecesores como "Stille", donde la guitarra vuelve a tomar un rol preponderante a la hora de marcar el curso de la canción. Con "Dich zu Töten Fiel Mir Schwer" retomamos la senda clásica al estilo de "Halt Mich", con mayor potencia en la voz y guitarras, además se suman momentos épicos convirtiendo al tema en el más versátil y pesado de la placa. Con "Sanctus" y sus catorce minutos logramos ver hasta dónde puede llegar la imaginación y el intelecto de Tilo puesto al servicio de la música. "Am Ende Stehen Wir Zwei" nos embarca en delicadas melodías de corte melancólico, las cuales agotan mis palabras, dejando como única referencia esta agraciada pieza. Finalmente, "Heine Welt" nos aleja mesuradamente de la placa allanándonos el camino para lo que sería otro de los hitos del estilo: "Fassade", álbum del año 2001.
Editado por el sello Hall of Sermon, cuyo dueño es el mismo Tilo, la placa cuenta con la colaboración de la London Symphony Orchestra y del coro Rosenberg Ensemble; de aquí se explica parte del toque tan distintivo del trabajo. Cabe aclarar que todas las composiciones, arreglos y producción estuvieron a cargo del señor Tilo Wolff, y este logro lo convierte sin lugar a dudas en un erudito.
Lacrimosa ha dejado una huella imborrable gracias a sus creativas y complejas estructuras musicales, un alto porcentaje de muy buenos temas por cada disco, y por sobre todo le ha podido proporcionar al Gothic Metal una marca registrada que difícilmente alguien pueda superar.

Comentó: José María Aicardo, para OXIDO.