jueves, 11 de diciembre de 2008

7- BLACK SABBATH "Dehumanizer"

Si de sonidos intensos se trata, Black Sabbath goza de una paternidad casi absoluta (casi… porque no debemos olvidarnos de Deep Purple y de Led Zeppelin). Nacida en ¡1968!, esta agrupación inglesa es considerada como una de las más -o la más-, importante de la historia del Heavy Metal entendido como un todo. A lo largo de su extensa y rica carrera han grabado dieciocho discos de estudio, seis directos y cinco compilados. En cuanto a sus formaciones, se han sucedidos músicos, en especial cantantes (el viejo Ozzy es la figurita difícil) como Gillan, Hughes, Martin, Halford, y Dio. La era de este último será nuestro objetivo, en especial la que se inicia en 1991 y culmina el 13 de noviembre de 1992, por decisión del guitarrista y líder Tommy Iommi (auténtica alma máter de la banda). Sería una obviedad centrarnos en cualquiera de los cinco primeros trabajos, pues ahí encontramos la piedra angular del Heavy Metal de nuestros días; sin embargo desde nuestra perspectiva el 22 de Junio de 1992 Black Sabbath se despachó con uno de los mejores trabajos de su fenomenal discografía: "Dehumanizer". Este disco causó cierta euforia en su lanzamiento, la cual con el correr del tiempo ha transformado a esta placa en una más; y aquí estamos después de diesiséis años reivindicando semejante obra, la cual parece estar tomando vuelo nuevamente gracias a la reciente formación de Heaven and Hell (Black Sabbath con Dio y Appice).
La formación que grabó el material fue Tony Iommi, Geezer Butler, Ronnie James Dio, Vinny Appice y Geoff Nicholls (cuantos pesos pesados!!!). En cuanto a la producción, estuvo a cargo de Reinhold Mack (alemán el muchacho, y productor entre tantas otras bandas, de Queen), quien logra sacar en esta oportunidad un sonido "gordo" en todos los instrumentos; volviendo al disco crudo, potente y a la vez excelentemente ejecutado. Considerado como uno de los más pesados y apocalípticos en cuanto a la lírica, fué grabado en condiciones poco felices debido a problemas de egos (algo muy recurrente en esta banda). Estas tensiones se sucedieron a la hora de la composición de las letras, llegando el punto máximo cuando Iommi sostuvo algunas charlas con Ozzy en busca de una posible reunión, en momentos en que Dio seguía siendo el titular en las voces. Sin embargo esta situación parece no haber impactado en la performance de la placa, la cual consta de diez temas; con la singularidad de que la edición norteamericana consta de una pieza más: "Time Machine", cuya versión acotada y "edulcorada" en su letra, aparece en la película "El mundo según Wayne".
La excepcional voz de Dio, la profesionalidad de Appice, la virtuosidad de Butler y la magia de Iommi hacen de este trabajo una genuina obra maestra, fundamentada en canciones que van de muy buenas a excelentes: "Computer God", el climático "After all", "Master of insanity", y el clásico de todos los tiempos "I" dan claras muestras de lo comentado. Contundente, soberbio… a lo Black Sabbath, así suena el disco.
Auténticos maestros, que en cincuenta y cinco minutos nos muestran el abc del Metal, transformando a esta banda y a este disco en auténticas enciclopedias de lo que más nos gusta.
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Comentó José María Aicardo, para OXIDO.